prueba

Mi obra crece conmigo, emulando mi diversidad. Ahora la puedo ver como una extensión mía con raíces, sumando al terreno inicial brotes nuevos de ideas extendiéndose por ramas que irrumpen en el espacio que me rodea. Llegó la “Bee box” de Sylvia Plath para mostrarme el lado oscuro de la multitud, la amenaza de las masas y el temor de no encajar. Desde esa colmena me adentro en otra caja informatizada. Partiendo de la palabra, un poema o un libro, encuentro las formas plásticas que conducen mi obra. Trabajo como un intérprete, moviéndome entre dos mundos de expresión, buscando siempre la comunicación de ideas.